Relato histórico

La sublevación de Villafranca se produjo en la noche del 18 de julio, cuando llegó el telegrama del nuevo gobernador Marín Alcázar, ordenando la detención de las personas de izquierdas. El Frente Popular se había reunido en el Ayuntamiento, que a su vez había recibido otro telegrama de Córdoba, posiblemente de Sánchez Badajoz, e el que se advertía de la sublevación de Córdoba y se aconsejaba la detención de los derechistas. Al amanecer del día 19 numerosos dirigentes obreros se salieron al campo, llevándose dos rehenes: Antonio Aragón y Antonio Ortiz, propietarios, a los que dieron muerte el día 21 en la finca Mugrones. El día 22 de julio la pequeña guarnición de Villafranca recibió orden de concentrarse en El Carpio (la misma orden que recibió Adamuz, pero estos tuvieron que regresar), lo cual permitió la entrada en Villafranca de las milicias de Alejandro Peris. En los días siguientes el pueblo cambió de dueño dos veces. La evidente desorganización de las milicias populares no pudo evitar que el 26 de julio entrara en Villafranca el coronel Sáenz de Buruaga al frente de los Regulares. A mediodía la columna facciosa (moros, legionarios, artilleros y falangistas). Se cuenta que la iniciativa partió del Capitán Pérez (natural y vecino del pueblo) retirado que el 19 de julio se fue a Córdoba so pretexto de traer información al Frente Popular. Puedo aconsejar los puntos de ataque eficaz a la columna de Buruaga. Los Documentos del general Cuesta hablan de 28 muertos rojos y captura de 4 camiones y 3 vehículos, los campesinos se retiraron por la parte del cementerio y la Alameda a la sierra próxima, en estera de refuerzos. La columna de Buruaga volvió ese día a córdoba dejando una dotación de la Guardia Civil y algunos falangistas. El 28 de julio bombardeó la aviación republicana, no se produjeron víctimas, el 30 de julio se produjo una concentración de milicianos. Ese día se produjo una intensa lucha y un intenso tiroteo hasta bien entrada la noche. Hubo 3 muertos de derechas y mayor número de republicanos. Pero se dominó el pueblo y permaneció bajo dominio republicano hasta su pérdida definitiva el 22 de diciembre de 1936. Ese fatídico día, la columna del comandante López Tienda atacó la población por el puente Mocho junto con la compañía de Marina y las centurias de Falange (Puente Genil y de Canarias) y entraron poco después de las tres de la tarde. El pueblo había sido evacuado por completo. El grueso del Batallón Villafranca se retiró camino de Villanueva de Córdoba. Pero se acuarteló en Adamuz al mando del capitán Antonio Caamaño. A mediados de septiembre de 1938 el jefe del Ejército de Extremadura el coronel Adolfo Prada encomendó una misión al VIII Cuerpo de Ejército que dirigía Pérez Salas, se trataba de la conquista de Córdoba. La operación se dirigió el 22 de septiembre, pero el 18 se rompió el fuego de manera durísima contra Villafranca. Ese día la guarnición franquista se vio sorprendida por un ataque gubernamental que llegaron hasta las alambradas, pero resistieron. Los días 19 y 29 continuaron junto a Villafranca otras fuerzas del Ejército republicano de Andalucía que realizaban ataques de apoyo por Villa del Río y Valenzuela. El día 22 rodearon tres cotas de Villafranca. El 27 los republicanos insistieron en romper el frente por Espiel – Bélmez y por Villafranca en el que se llegó a las alambradas y se luchó cuerpo a cuerpo y con bombas de mano.