Enrique Rojas Reyes fue entrevistado en la Casa de la Memoria el 10 de agosto de 2019. Es hijo de Francisco Tojas Rodríguez y Ana Reyes Oliver. Da información de sus abuelos asesinados: MANUEL REYES RUIZ y FRANCISCA OLIVER GARCÍA, que eran padres de siete hijos y Francisca estaba embarazada de ocho meses cuando fue asesinada. También informa sobre uno de los hijos de la pareja, MANUEL REYES OLIVER,
asesinado en los años 40, y asegura que junto a su abuela fueron asesinadas tres mujeres más. Informa también de la muerte de un tío suyo, FRANCISCO REYES OLIVER, muerto en el incendio de la cárcel de Jimena en 1974.
“A la vuelta de Málaga los detienen aquí en Jimena, pero es que la misma familia que quedó aquí, eso me lo contó mi madre antes de morir, me lo contó muchas veces pero… Al llegar aquí los habían dejado sin colchones, sin sillas, sin mesas, si nada absolutamente y cuando mataron a los padres ya tuvieron que coger todos para… Y a consecuencia de eso el hijo mayor, cuando mataron a sus padres pues ése perdió la cabeza y todo, de verse con una pila de niños chicos, con seis hermanos y hermanas y sin nada que darles de comer. Entonces hay gente que dice que ya ese chiquillo no estaba bien. ¿Cómo va a estar bien? Quiero que se metáis en ese papel, a ver: ¿Qué haríais ustedes?” “Hay versiones de todas clases. Hay gente, por ejemplo mi hermana, que para qué estamos meneando esto y lo primero que dice es que estamos majaretas, que más… ¿Pa qué? Bueno, esto hay que moverlo. Igual que me dice mucha gente es que eso había que olvidarlo. Si te olvidas eso, puede volver a pasar. Y yo soy de los que ni olvido ni perdono tampoco”. “A mi abuela la mataron entre San Pablo y Jimena. La detuvieron a ella y otras tres mujeres, Melchora y la madre de Diego Bautista Prieto y una hermana suya que creo que se llamaba Benita. A las tres las raparon, les dieron el purgante para que se mearan y se cagaran y las pasearon por el por el pueblo. Luego las llevaron por el camino que salía por donde está el campo de fútbol hasta la mediación entre Jimena y San Pablo, en un bajante de la tierra, para que las balas salgan para abajo, las pusieron y las mataron. Mi abuela estaba embarazada cuando la mataron. El sitio donde mataron a mi abuela y a las otras lo sé. Pero no sé si están allí debajo, o las han quitado porque allí han hecho obras y han quitado un montón de tierra, lo que es la capa.