Relato histórico
Yunquera, pueblo eminentemente dedicado a la agricultura, contaba, en Febrero de 1936, con sindicatos y partidos obreros. Así, a la notable presencia de la CNT habría que sumar la de UGT y del PSOE. Con todo, en las elecciones municipales del 20 de febrero ganan con amplia mayoría las derechas, consiguiendo 1425 votos frente a los 507 que recibe la izquierda. Fruto de este resultado electoral se da una fuerte contradicción entre la institución municipal y las organizaciones obreras, las cuales tuvieron una intensa actividad de protesta en los meses posteriores a febrero. De esta forma, la crisis económica que afectó gravemente a los jornaleros, se reflejó en la creciente crispación política que dejó numerosos ejemplos notorios en la vida cotidiana del pueblo. Se suceden huelgas, ocupaciones de tierras y, consecuencia de ello, un fuerte enfrentamiento entre patronos y obreros. La Gestora Municipal, por su parte, no fue capaz de mediar y mitigar la situación, situándose en clara oposición a los sindicatos locales. El hecho más notorio de este conflicto entre el consistorio y las organizaciones obreras fue el apedreamiento de la casa del secretario municipal tras la designación de los miembros de las comisiones del ayuntamiento, con las que no estaban de acuerdo los sindicatos. Este y otros acontecimientos derivaron en intervenciones de la fuerza pública contra los manifestantes. Entre estos sucesos que ilustran la marcada contradicción entre las dos clases explícitamente enfrentadas en aquellos meses, tenemos la agresión, en la plaza del pueblo, al patrón Juan Vera Gil, al negarse pagar los jornales trabajados en sus tierras ocupadas. Queda evidenciada la estrategia de unos y otros frente a la crisis económica y política. Así mismo, la dimensión de la quiebra de la hegemonía ideológica que la Iglesia había tenido históricamente sobre el campesinado, se hace notoria con el cierre forzoso del templo en Semana Santa ante la presión de las Juventudes Libertarias y, finalmente, con el asalto al mismo por los trabajadores el 14 de Mayo. La sublevación militar franquista se conoce por las emisiones radiofónicas, los obreros conocen lo ocurrido gracias a Radio Madrid. Sólo cuatro días después, el 22 de Julio, llega una camioneta con obreros provenientes de Ronda dando vivas al comunismo y el puesto de la Guardia Civil se traslada a la Cabecera de la Línea, el control político y represivo cambia de manos. Ahora serán los trabajadores los que tendrán que asumir el dominio en Yunquera. Como en el resto de poblaciones se crea un economato en el que almacenar y distribuir entre los vecinos la producción y los bienes incautados a las familias pudientes. La Comisión Gestora deja de regir el gobierno municipal y se concentra la autoridad de gestión en el Comité formado por los obreros. En total se sucedieron tres comités, de los cuales, fue el segundo el que ejerció una mayor represión sobre la derecha, que propició la intervención de Mario D´Ancona, quien dejó una guarnición permanente para evitar desmanes. En Febrero de 1937, la ofensiva final sobre la capital hizo caer en manos de los rebeldes al pueblo de Yunquera, en cuyo municipio actuaban milicias que hubieron de retirarse en enero de la comarca de Ronda. En la estrategia franquista de avance y toma de la capital pretendían realizar maniobras de distracción a las milicias republicanas de la zona. Estas milicias republicanas, mal armadas, rondaban los 2000 hombres y tenían la misión de cortar el paso por las carreteras de Algeciras y Ronda.
