Relato histórico
Martos se encontraba relativamente cerca del frente de guerra que se estabilizó durante casi los tres años de guerra en Alcaudete, a escasos 30 kilómetros, por lo que fue uno de los municipios que más sufrió los bombardeos del ejército golpista que asediaba la provincia. Hemos contabilizado 13 personas que perecieron a causa de los bombardeos mencionados. Una vez acabada la guerra, las nuevas autoridades y en especial la Guardia Civil y la Falange aunque sin unidad de criterio comenzaron con la eliminación física de los que habían luchado por la legalidad republicana. Los primeros fusilamientos ocurrieron el 10/5/1939, apenas un mes acabada la contienda. En total serán 68 los represaliados en la ciudad, aunque muchos otros fueron fusilados en la capital y otros muchos partieron en los batallones de trabajadores hacia Madrid y otros lugares. Además, en las primeras fechas al acabar la guerra, muchos prisioneros políticos que fueron llevados a Burgos ya jamás volverían. Los últimos fusilamientos fueron los mas conocidos tanto en la provincia de Jaén como en toda España puesto que su repercusión fue enorme. El 10/3/1942, a los pocos días de hacerse con el control militar de la zona un nuevo Teniente Coronel, se ordenó por parte de éste la ejecución sumarísima del alcalde durante la Guerra Civil y del líder de la UGT y alto mando del ejército republicano. La ejecución se realizó en la Plaza de José Antonio y a ella estuvieron obligados a asistir todos los habitantes de la ciudad por expreso mandato del Teniente Coronel para ofrecer una muestra de justicia ejemplar , que por otra parte no era la primera puesto que los primeros fusilados tras la guerra también se hicieron a la 1 del mediodía en la plaza del pueblo para escarmiento público. Éste militar aun tiene una avenida a su nombre en el pueblo. Al estar cerca del frente y sufrir el rigor y la destrucción de los bombardeos, al acabar la guerra fue incluida en el Plan de Regiones Devastadas, por el que se realizaron 48 viviendas, un colegio, un comedor infantil, la reconstrucción del asilo y del mercado de abastos, la reconstrucción de la casa de Correos, y la construcción de tres Iglesias, un convento y sus accesos. Todo ello construido por batallones de soldados disciplinarios y presos políticos.
