Relato histórico

En Luque había un vecindario obrero socialista bastante numeroso. Aún así, el pueblo durante la República había estado gobernado tanto por nicetistas como por valverdistas. La sublevación en Luque fue seguida por el coronel Cascajo puesto que su familia era de allí y además residían dos hermanas suyas. El 19 de julio se declaró la guerra y se incautó la Guardia Civil del Ayuntamiento que fue entregado por el alcalde nicetista José Burgos. Fue clausurado el Centro Obrero y detenida su directiva sobretodo a Juan Luque Molina (Puchitas). Los obreros se fueron al campo y se agrupó en torno a la Barriada de la Estación. A su vez estos detuvieron a varios derechistas y los encerraron en el Molino de la Estación. El alcalde franquista y el guardia civil Juan Herrador destacaron por su persecución contra la gente de izquierdas, los detuvieron y fueron encerrados en el salón de la Carrera, famoso posteriormente por las palizas y torturas que allí se practicaron. El 20 de julio una columna de milicianos de Jaén, realizaron un ataque en el que los facciosos salieron airosos. a esta columna se adhirieron campesinos del lugar. El armamento debería ser precario aunque los cifran en 600 personas. Se logró repeler el ataque. Lo intentaron de nuevo una vez que se situaron en la Fábrica de la Trinidad y llegaron al caserío de la Piedra Rodá pero tampoco tuvieron éxito. En los días siguientes llegaron refuerzos a Luque y el 31 de julio con la llegada desde Baena del Teniente Pascual Sánchez Ramírez hizo que se sacaran a los presos de izquierdas y ejecutarlos públicamente en la plaza del pueblo. Los alinearon en la Plaza de la República, en el muro contero a la Iglesia junto a la fuente que había allí y los fusilaron. La represión continuó después y se sabe que hubo más fusilamientos sobre todo en el cementerio de Zuheros, pero no constan en ninguno de los pueblos. Fue en la capital donde se ejecutó a muchas personas de Luque.