Relato histórico

En la tarde del sábado 18 de julio de 1936 la corporación municipal frentepopulista se reunió con carácter de urgencia para analizar la situación después de tener noticias de la sublevación de las guarniciones del Protectorado español en Marruecos. En ese mismo instante se produce una reunión de oficiales en el cuartel de caballería Fernando Primo de Rivera, que liderados por el comandante de caballería Salvador de Arizón Mejías deciden sumarse al golpe de Estado. Inmediatamente salen del cuartel camiones y coches con militares, falangistas y requetés armados que patrullan por las calles de Jerez ante la pasividad de las fuerzas políticas y sindicales de izquierda y de las autoridades republicanas. La Guardia Civil, que posteriormente tuvo un destacado protagonismo en la represión, no se sumó al golpe hasta la noche del 19 al 20 de julio. En la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, seis soldados de caballería al mando del capitán Juan de Arizón, ocupa el Ayuntamiento y obligan al Alcalde, Antonio Oliver Villanueva, a entregar el poder legal. El Alcalde accede con la promesa de que no se derramaría sangre. Inmediatamente se lee el Bando de Guerra por los micrófonos de Radio Jerez y los golpistas se hacen con el control de la ciudad. Fue nombrado alcalde de Jerez Bernabé Rico Cortés y el control militar de la plaza quedó en manos de Salvador de Arizón. Al mismo tiempo que se organizaba el nuevo poder en Jerez comenzaron las detenciones, sacas , paseos, torturas y ejecuciones en distintos puntos de la ciudad destacando como lugares de fusilamientos la Plaza de toros, el Alcázar y las tapias del antiguo cementerio de Santo Domingo, lugar donde se ubica nuestra fosa en la llamada zona protestante o cementerio civil. Hoy en día esta zona es un parque anexo a una urbanización del centro de Jerez de la Frontera.