Relato histórico

Investigación: Al declararse el estado de guerra en Alhama, según el teniente de la Guardia civil de aquel pueblo, el alcalde llamó a conferencia telefónica al Gobierno civil y puesto al habla con el comisario de guerra, que él creía que era el anterior gobernador destituido, le dijo: -Señor gobernador: El teniente de la Guardia civil se ha sublevado. -El que está sublevado es uste-, le contestó el señor Valdés. Resigne inmediatamente el cargo en el teniente de la Benemérita. Esta orden no obtuvo la menor contestación, peor el mando fue resignado inmediatamente. Esto ocurría el 20 de julio de 1936. Sin embargo, la Guardia civil no llegó a proclamar el estado de guerra. Un comité de salud pública revolucionario , integrado por ugetistas y comunistas de la zona, pudieron neutralizar cualquier atisbo insurrecto. Ese control se cimentó cuando el 21 penetran por la carretera de Málaga-Ventas de Zafarraya varios cientos de milicianos, la mayoría de la FAI de Málaga. Se trataba de un conglomerado de grupos voluntarios armados, quienes van a protagonizar enfrentamientos hasta finales de mes por la zona hasta lograr el control definitivo de las poblaciones de Arenas del Rey, Játar, Escúzar y Ventas de Huelma. En la amplia comarca alhameña sólo resistirán a las columnas izquierdistas los Guardias civiles de Jayena, pero el 17 de agosto deben de abandonar sus posiciones y replegarse sobre Padul y Granada. Las columnas populares de Málaga centraron sus acciones en las demarcaciones de Loja, Alhama y Montefrío fundamentalmente. Estaban dirigidas por agrupaciones del PSOE, PC, UGT e IR y habían establecido su Comandancia general en el Cuartel de la Trinidad, donde organizan hasta veintitrés Compañías. Las compañías de campesinos salieron a tomar Ventas de Zafarraya y Alhama al mando de los ugetistas Macho y Serrano. El avance de las fuerzas malagueñas y de voluntarios de Loja y Alhama se paralizó, no obstante, a partir del día 7 de agosto. La causa inmediata fue el fortalecimiento de las fuerzas contrarias, sobre todo, por la entrada en combate de varias compañías del Tercio de la Legión que habían llegado a la capital días antes, y por el continuo bombardeo que sufrían los milicianos por parte de la aviación nacionalista. El propio gobernador civil de Málaga, tras pasar revista a fuerzas en Loja y Alhama describe una situación poco propicia para que los republicanos de la zona cooperen en la ocupación de Granada: apunta la falta de disciplina de las milicias, las incursiones del enemigo, escaso nivel de instrucción de las fuerzas voluntarias, así como la carencia de armamento y municiones. Ya en 1937, la ocupación de Alhama para los sublevados descongestionaría notablemente la presión enemiga sobre la capital, amenazada siempre por el estrangulamiento del corredor que la unía al resto de la zona nacional. Además, aquella ocupación situaría muy adelantada la base de partida de una de las columnas que en su día avanzará sobre Málaga. El dispositivo defensivo de los republicanos era escaso y mal organizado: dos Compañías, una de milicianos, con dos ametralladores en Venta de Zafarraya, 200 milicianos a caballo en Agró y dos Compañías (una de milicianos), 200 combatientes de la FAI y un batallón de 950 hombres en período de instrucción y sin armamento en Alhama. En Jayena, Cacín y otros pueblos de la zona, grupos de milicianos de escaso valor combativo, según los Partes de Operaciones de las unidades del Sur al Ejército del Centro y Extremadura. Una orden fechada en 21 de enero de 1937, señalaba como misión de las fuerzas la ocupación de Alhama. Para ello se hace converger sobre la población a dos columnas. Una partirá desde La Malá y otra desde el Salar, ambas por carretera. La primera Columna Granada y la segunda Columna Salar estarían mandadas por el coronel Antonio Muñoz Jiménez y por el teniente coronel Baturone. Participaron también una agrupación del Castillo de Tajarja , mandada por el capitán Fernández Sánchez, formación de 200 hombres de infantería cuya misión era limpiar la zona entre el Castillo de Tajarja y Cacín y una columna de reserva cuyo jefe será el Coronel Basilio León Maestre. Al amanecer la columna Baturone sufre el ametrallamiento de cinco cazas republicanos que ocasionaron 20 bajas, pero no fue obstáculo suficiente para que se plante en las puertas de Alhama en la tarde del 22, y realice una perfecta acción envolvente. Por su parte, Muñoz Jiménez, llega a mediodía a Cacín y establece su avanzada a menos de 10 kilómetros del objetivo marcado por el mando. Existe una inicial resistencia en Alhama que, finalmente, se vence en la noche del mismo 22. En menos de 24 horas la operación ha concluido con un importante éxito nacionalista: además de Alhama se ha ocupado Escúzar, Ventas de Huelma y Cacín. En días sucesivos se amplia la franja: el 23 se ocupa Santa Cruz de Comercio, el 24 la Caballería ocupa Agrón, y el 15, ya con escasa oposición, se entra en Fornes y Jayena. El 28 se ocupan Arenas del Rey y Játar. La operación ha concluido, los nacionales se hacen fuertes en la zona y la columna Baturone queda en Alhama a la espera de lanzarse sobre Málaga. El número de bajas republicanas por heridas de armas de fuego sólo en el día 23 de enero de 1937 asciende a 33 muertos que fueron inscritos en el Registro civil. Sin embargo, la cifra real es más elevada, pues el Parte Oficial de Campaña de las 18:00 horas del día 22 de enero de 1937, comunica que Se ha cogido al enemigo un oficial de segundo regimiento de infantería de Marina Antonio Iraavedra, muerto y tres muertos más de tropa; un fusil ametrallador, dos fusiles mausers, seis cajas de granadas de mano, enorme cantidad de municiones y efectos de vestuario y equipo en número grande. Faltan los datos de la columna Muñoz. Dos horas más tarde se emite un segundo Parte Oficial de Campaña: El pueblo de Alhama ha sido ocupado por nuestras columnas, que dominan el pueblo y sus accesos. Se ha cogido al enemigo: 46 muertos, entre ellos dos capitanes y tres tenientes y 29 prisioneros, todos ellos de Infantería de Marina. Los capitanes son A.M. y A.P.C. Uno de los tenientes se llamaba A.S.. Todos pertenecían al segundo regimiento de Infantería de Marina de Cartagena que fue llevado a Málaga en auxilio de las milicias republicanas y que llegaba a Alhama como refuerzo de esta ciudad. Cogidos treinta fusiles y mucho material, que por la hora no se puede clasificar. El Parte Oficial de Campaña del día 23 de enero dice lo siguiente: En el sector de Alhama, continuaron las operaciones de limpieza con ligeros tiroteos. En Alhama, además de las bajas expresadas en el parte del día de ayer, se llevan recogidos hoy 115 muertos, 55 fusiles, 54 escopetas, 27 pistolas, camiones, coches ligeros y diverso material sin clasificar todavía. El 26 de enero de 1937 las fuerzas sublevadas consideraban terminada la limpieza de la zona comprendida entre las carreteras de Loja y Alhama hasta el Salar. El 5 de febrero de 1937 la Segunda Bandera de FET y de las JONS de Granada, compuesta por las milicias de Falange de Loja, Salar, Huétor Tájar, Zagra, Algarinejo, Alhendín, Armilla y Churriana de la Vega, destacó en servicios de seguridad y limpieza siendo destinada en la zona de Alhama y su extensa comarca, donde desempeñó labores de información, vigilancia y detención de destacados elementos de Frente Popular.