Relato histórico
El término municipal de Valle de Abdalajís se encuentra situado al borde sur de la Comarca de Antequera, rodeado casi en su totalidad por las tierras de este municipio y abierto por un estrecho corredor al Valle del Guadalhorce. En el entorno de Valle de Abdalajís tiene un gran protagonismo la sierra que recibe su nombre y que actúa como impresionante telón de fondo calizo, formado en el periodo Jurásico, de las casas blancas que se extienden a sus pies. El 12 de noviembre de 1937 el Gobernador Civil de Málaga manda una circular a todos los municipios de la provincia donde les solicita presenten antes del 10 de diciembre de ese mismo año una memoria donde contrastar a través de las Corporaciones Municipales, con la labor de estas, la situación efectiva de los pueblos, ya que la savia generosa que el glorioso Movimiento Nacional llevó a los organismos todos de la Administración Pública, debe manifestarse con superación constante en los municipios como base primaria en el resurgir del nuevo Estado . La conservación de esta memoria en el Ayuntamiento del municipio nos permite hacernos una idea de como fue el cambio de régimen en la localidad. La entrada del ejército sublevado se produjo el 7 de febrero de 1937, [...] y al día siguiente, por el Capitán Jefe de la Comandancia Militar de esta plaza [...], previo el cambio de impresiones tenida con los elementos de orden de este pueblo, fue nombrada la Comisión Gestora Municipal [...] . El siguiente paso consistirá en conformar el aparato represivo, para ello implican a las propias gentes del pueblo, eligiendo el 9 de febrero de 1937 a [...] cuarenta vecinos que habían de componer la Falange Armada Española de este pueblo, cuya lista entregaron a dicho Comandante Militar y seguidamente se formó la agrupación local de Falange Española a la que se asociaron todos los Sres. Gestores expresados y los vecinos de este pueblo que se consideraron personas de orden y afectas al Ejército Nacional . De esta forma comienzan a marcar diferencias dentro de los vecinos de la localidad, aquellos que integraran la falange se verían favorecidos en su vida cotidiana, en hechos tales como la obtención de puestos de trabajo, el respeto hacia su persona o la opción de tener un enterramiento digno; mientras que aquellos marcados como desafectos al régimen podían verse encarcelados, sometidos a tortura y ejecutados sin amparo legal. El establecer estas diferencias, el implicar a la propia localidad hace muy efectivo el control sobre la población. Según el mismo documento, fue el 19 de febrero cuando se inició el proceso de depuración de los trabajadores del Ayuntamiento, para lo que alegan que [...] durante la dominación roja de este pueblo se hizo una actuación destructora [...] en este Ayuntamiento . La memoria continúa con los cambios de nombre de las calles, los fondos recaudados para el ejército, la labor destinada a beneficencia, etc., actuaciones que se pueden seguir en las actas que se conservan de otras localidades. Esta memoria se encuentra en una carpeta que se ha conservado en el Archivo Municipal del Valle de Abdalajís, la cual contiene de forma muy desorganizada las Actas Capitulares desde 1937 hasta 1939, que tienen un incalculable valor histórico dado que nos permiten reconstruir como era la vida en el Valle de Abdalajís durante ese período, puesto que los libros de actas de los años de la República y primer franquismo han desaparecido, no se encuentran en dicho archivo.
