Relato histórico

La ocupación de Ojén por las tropas franquistas data del 11 de febrero de 1937, posterior a la caída de la capital. El coronel Borbón fue el encargado de dirigir a la columna que salió de Marbella con la intención de marchar sobre las poblaciones cercanas a la línea de costa hasta la capital. Pero la resistencia que encontró en Ronda le llevaron a dar prioridad a la ocupación de la ciudad de Málaga, por lo que aceleraron la marcha, para lo cual debieron dejar pendiente la ocupación de varias poblaciones, entre ellas la de Ojén. Las tropas rebeldes, al entrar en Ojén, encontraron una pueblo casi desierto, la población, ante el miedo a los combates incentivado por las historias que habían contado los refugiados de otras provincias y por las tristemente famosas charlas de Queipo de Llano, había optado por marchar por la carretera hacia Almería o esconderse en el campo y cortijos cercanos. Cuando vuelven encuentran un nuevo gobierno local elegido por las autoridades militares destacadas en la plaza de entre los miembros de la oligarquía local, dando comienzo a una nueva etapa marcada por el hambre y el miedo.