Relato histórico

Cártama está situada el pie de dos pequeñas sierras (Espartales, 400 m., y Llana, 405 m.) que juntas forman la que se conoce como Sierra de Cártama. Su territorio es fronterizo entre la comarca del Valle del Guadalhorce y la de La Hoya-Montes de Málaga. Las tropas sublevadas entran en Cártama el 9 de febrero de 1937, tras la toma de la capital. Primero llegó la caballería por la carretera de Pizarra, mientras que la infantería que venía de Álora, se retrasó un poco. Al llegar a la línea del frente que se situaba en el límite del término municipal, 160 infantes de marina republicanos se entregaron, sumándose a los 200 prisioneros que venían desde Antequera. El avance continuó por una cañada cercana al cementerio donde encontraron algo de resistencia que sortearon sin incidentes, siguiendo su camino por la hoy llamada Calle del Viento y que entonces pasaría a llamarse Calle Nueve de Febrero. Los mayores recuerdan que uno de los tenientes al llegar a la puerta del Ayuntamiento, que entonces estaba en la plaza del pueblo, dijo que suenen las campanas si no se han comido los badajos . A partir de ese momento se instalan en el pueblo y comienzan a hacer funcionar la maquinaria de control nacionalista. El mismo día de la entrada, como era costumbre en todas las localidades, se nombra el nuevo Ayuntamiento, a los miembros de falange y a los miembros de la guardia. Por otra parte, se improvisa un tribunal al que la gente de orden del pueblo es llamada a declarar sobre los fieles a la República y aquellos que participaron en la represión ejercida por los republicanos (que, según cifras de Ramos Hitos, llegó a 42 fusilados, naturales de Cártama) y se empieza a elaborar la lista de aquellos que van a ser ejecutados esa misma noche. Como curiosidad, el que fuera Alcalde republicano tuvo la presencia de ánimo de acercarse al capitán sublevado y decirle se presenta a usted el Alcalde republicano de este pueblo , no sobreviviría a aquella noche