Relato histórico

La Carlota se encontraba en un lugar clave para establecer comunicaciones entre Sevilla y Córdoba al estar atravesada por la carretera nacional, esto hizo que fuera uno de los pueblos que primero quedó en manos sublevadas el mismo día 18 de Julio, día del Alzamiento. La Guardia Civil patrullaba el pueblo mientras que las autoridades republicanas establecían vigilancias por su parte. La Guardia Civil pidió auxilios a Córdoba y en la mañana de ese mismo día se presentó una sección de guardia civiles al mando del teniente Manuel Albendea Rivas que dispersó a los de izquierdas y puso en libertad a los detenidos de derechas. No se produjo ninguna resistencia por parte de los obreros y partidos de izquierda. El alcalde Francisco Afán Otero, republicano, salió a recibir a la columna en compañía de un brigada y estos recompensaron su actitud con el fusilamiento. Para que el pueblo no se rebelase, la represión fue rápida y contundente y dos días después del inicio de la guerra, comenzaron los fusilamientos. En el Registro Civil aparecen unas 34 víctimas sin consultar los años 80 fecha en la que se produjeron inscripciones a raíz de una ley de pensiones, pero se estima que son unas 49 contando con personas que no fueron inscritas en el Registro Civil. La Carlota quedó en dominio nacional desde el primer momento y fue un punto clave en las comunicaciones por carretera entre Córdoba y Sevilla, a la localidad no le dio tiempo a reaccionar en contra de los sublevados debido a la rapidez con que fue tomado el pueblo. El 10 de septiembre, se ocupó la aldea de Fuencubierta (La Carlota) y los Ventorros de Balerma (Iznájar) con lo que se eliminó la resistencia de la zona y controlar la carretera Córdoba – Granada por esta zona.